En los últimos tiempos cada vez estamos oyendo hablar más y más sobre esa ‘cola’ de secuelas que a menudo deja el Covid-19 tras hacer acto de presencia en nuestro cuerpo. Unos síntomas que perduran un cierto tiempo y cuya presencia no viene dictada por la severidad de la infección que se ha padecido o por la edad, estando por tanto presente igualmente en casos leves e incluso gente joven.
Según un reciente metanálisis realizado en medRxiv, tras analizar 18.000 publicaciones y 47.000 pacientes, se ha podido constatar que hasta un 80% de lo afectados pos-COVID, presentan uno o más síntomas a largo plazo.

Según se puede ver en el esquema adjunto, la fatiga es el síntoma más común (58%), seguida del dolor de cabeza (44%), así como de otras alteraciones como son la ageusia (falta de gusto-23%), anosmia (falta de olfato-21%), problemas de atención (27%), problemas de memoria (16%) etc.

Desde NUA, recomendamos una ‘suplementación de choque’ con la toma, durante al menos 2 meses tras superar la infección activa, de 2 NuaDHA 1000 y 2 NuaEPA1200 diarias (una de cada con desayuno y lo mismo en la cena). Con estas dosis, estos importantes ácidos grasos van a reforzar la función cerebral, que tanto puede verse penalizada por esta infección, además de proteger de manera notable, el área cardiovascular, otra de las zonas que más resentida sale de esta infección y donde las bondades de los omega-3 marinos pueden ofrecer un soporte reseñable.

De manera opcional, aunque deseable, estaría la toma de Hidroxinua25 (1 perla con desayuno y otra con cena), un alto concentrado de polifenoles de la aceituna que, en virtud de su potente efecto antioxidante, va a ayudar a eliminar la excesiva carga de radicales libres que previsiblemente se habrán generado en el cuerpo durante el periodo infeccioso y cuya presencia, puede contribuir a perpetuar los efectos dañinos provocados por el virus, más tiempo del deseable.

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