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Nua EPA: Aplicaciones

Aplicaciones

A nivel antiinflamatorio

Las bondades del EPA dentro del campo de la antiinflamación se basan, en gran medida, en su capacidad para combatir el efecto proinflamatorio que es capaz de generar en nuestro cuerpo una de las grasas alimentarias más abundantes en nuestra dieta llamada ácido araquidónico (AA), que es especialmente abundante en alimentos de origen animal (ej. carnes, embutidos, lácteos etc.). Si bien el DHA también tienen propiedades antiinflamatorias, el EPA cuenta con mecanismos de acción más completos frente a la inflamación, presentando mecanismos de acción típicos de AINES (antiinflamatorios no esteroideos ej. aspirina, naproxeno, ibuprofeno etc.) y de corticoides, además de contar con estrategias antiinflamatorias adicionales exclusivas (ej. transformación en el organismo del EPA en Resolvinas y Protectinas de la serie E, sustancias de reconocido efecto antiinflamatorio). Los efectos del EPA se comienzan a ver pasados 7-15 días de la toma de la dosis adecuada (1-2 perlas diarias), ya que es preciso que se acumule una cierta cantidad en las membranas celulares antes de que comiencen a hacerse patentes sus efectos. Por ello, es un complemento especialmente indicado para personas que tienen procesos inflamatorios crónicos.

 

Algunos escenarios inflamatorios donde el EPA puede resultar de ayuda son:

  • problemas articulares o musculares (ej. artritis, pinzamientos, práctica deportiva etc.).
  • inflamaciones de piel
  • inflamación respiratoria (ej. bronquitis, neumonía, EPOC, asma alérgico etc.).
  • inflamación cerebral (ej. traumatismos, concusiones, enfermedades autoinmunes etc.).

Independientemente de la zona corporal donde se ubique un proceso inflamatorio, en todos los casos se van a generar sustancias proinflamatorias que van a contribuir a dañar los tejidos afectados. Si incluimos en nuestra dieta un alimento como el EPA, capaz de frenar la producción de sustancias proinflamatorias, entonces será posible contener el daño a tejidos y células. Figurativamente hablando, se puede considerar al EPA como un ‘barredor de escombros inflamatorios’ que va a resultar en un terreno menos hostil y con ello, más receptivo a la asimilación de otro tipo de nutrientes que pudiéramos estar interesados en aportar a la zona que se encontraba inflamada para reforzarla. A modo de ejemplo, si una persona tiene los bronquios inflamados, tendría sentido antiinflamar primero el terreno (ej. con EPA) para luego aportar nutrientes destinados a reforzar la zona en cuestión (ej. Reishinua caps).

 

Salud cardiovascular y EPA

El EPA, al igual que el DHA, se ha comprobado que es capaz de reducir los triglicéridos en sangre, un tipo de grasa cuyo exceso supone un riesgo para la salud cardiovascular. Así mismo, dadas sus propiedades antiinflamatorias, es un ácido graso de soporte muy interesante en cualquier problema cardiovascular donde la inflamación esté presente. Recientemente, el EPA ha sido objeto de una importante atención mediática en el mundo de la ciencia tras los resultados de dos importantes estudios que han sacado a relucir su relevancia a la hora de mejorar la salud cardiovascular de pacientes con alteraciones cardiovasculares severas. Más concretamente a través de los estudios JELIS y REDUCE-IT, se ha demostrado que la toma de EPA junto con estatinas aportar mayores beneficios que la toma única de estatinas.

 

Nota importante: aquellas personas que estén tomando algún anticoagulante, deberán ser cautas con el uso del EPA ya que, a partir de 2,5-3 g de EPA/día, podría llegar a darse un efecto sumatorio y ‘adelgazar’ la sangre en exceso.

A nivel cerebral

Según varios estudios, se ha constatado el interesante potencial que el EPA tiene en alteraciones neuropsiquiátricas (ej. esquizofrenia, enfermedad bipolar, depresión etc.), ya sea por sí sólo o en combinación con fármacos psicotrópicos. Dosis de aprox. 2,5 g de EPA (aprox. 2 perlas de NuaEPA 1200), pueden ofrecer un soporte interesante en personas con esquizofrenia, enfermedad bipolar etc. La toma de EPA en estos casos siempre es compatible con la de DHA (1-2 g/día), ya que este último ácido graso per se, cuenta con importantes atribuciones a nivel cerebral que sin duda van a contribuir a un mayor bienestar.